Sociedad

¿Ser Hikikomori puede llevar del hábito a la adicción?

En ocasiones, el estrés de la vida hace que los jóvenes se aparten del mundo. Se trata de un fenómeno cada vez más frecuente que consiste en que los jóvenes se encierren en sí mismos para escapar del estrés de la sociedad

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Publicado:30/05/2022

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A veces, todos sentimos la necesidad de tomar un descanso y aislarnos de las presiones de un mundo cada vez más estresante. Pero, ¿qué pasa si no volvemos a salir? Eso es lo que sucede con los hikikomori.

Originalmente identificados en Japón, los hikikomori se definen como personas que se apartan totalmente de la sociedad, interactuando raramente con quienes no son de su familia inmediata y permaneciendo en casa sin ir a la escuela o al trabajo durante al menos seis meses consecutivos, en los casos más extremos permaneciendo aislados durante años o incluso décadas. Popularizado por el libro de 1998 "Aislamiento social - Adolescencia sin fin" del psicólogo Tamaki Saitō, el término hikikomori significa literalmente algo así como "tirar hacia dentro" y se refiere tanto a los que lo padecen como al fenómeno en sí. Actualmente se cree que aproximadamente medio millón de jóvenes japoneses son hikikomori, y se han identificado fenómenos similares en un número creciente de países, incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia.

Aunque hay muchos hikikomori de mayor edad, la enfermedad afecta principalmente a personas de entre 14 y 30 años, el periodo de la vida en el que las responsabilidades y expectativas de la vida adulta pueden hacer que los jóvenes se sientan abrumados. Los investigadores creen que el hikikomori puede ser provocado por una combinación de factores que incluyen padres sobreprotectores, sistemas escolares y mercados laborales altamente competitivos y una fuerte presión social hacia la conformidad. Las experiencias traumáticas de la infancia, las personalidades introvertidas y la timidez también pueden influir, y varios estudios han sugerido que al menos algunos hikikomori pueden estar afectados por una serie de trastornos mentales que afectan a la integración social. En Japón, se cree que hikikomori se ve facilitado por los niveles de riqueza de la clase media que permiten a los padres mantener a sus hijos adultos indefinidamente y la incapacidad o falta de voluntad de los padres para reconocer e intervenir en el creciente aislamiento de sus hijos.

Los videojuegos y el uso generalizado de las redes sociales han reducido la cantidad de tiempo que dedicamos a la interacción cara a cara. Además, surge una pregunta: ¿ha contribuido la creciente omnipresencia de las tecnologías digitales al fenómeno hikikomori? Las opiniones están divididas. Aunque todavía no se ha establecido una conexión clara entre el fenómeno y las tecnologías de la comunicación actuales, como las redes sociales y los videojuegos, algunos investigadores las consideran un factor agravante, ya que varios estudios sobre los hikikomori afirman que a menudo muestran signos de adicción a Internet y que su preferencia por la comunicación en línea puede desempeñar un papel en el desarrollo de su aislamiento social.

Los tratamientos para los hikikomori se centran generalmente en programas de apoyo que entrenan a los miembros de la familia en la comunicación positiva y funcional y en la psicoterapia individual para cultivar la confianza en sí mismos, pero los estereotipos y las ideas erróneas que rodean al trastorno son uno de los mayores obstáculos para la recuperación. En una entrevista concedida a The Japan Times, uno de los afectados afirma que una mejor comprensión del problema por parte del público es fundamental para mejorar la situación. “La gente piensa que los hikikomori tienen una vida fácil, que simplemente se relajan y se lo toman con calma”, afirmó el entrevistado. “Pero en realidad, es horrible”.

El profesor Alan Teo, uno de los autores de un estudio de 2015 que analizó el fenómeno hikikomori en cuatro países, está de acuerdo. "Al prestar más atención a la soledad, por fin empezamos a considerar estas cuestiones como problemas de salud", afirma. "Y eso es bueno".